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Piensa en una persona que ve en televisión 📺 alguna publicidad sobre hamburguesas 🍔, quizás lo ignore, pero, al verla repetidamente 👀🔄, en su cerebro se genera repetidamente un pensamiento 🧠💭: "¡Hamburguesa!"; luego el pensamiento se vuelve emoción y la persona siente el deseo de comerse una hamburguesa 😋; desde este punto probablemente no tardará en decidir comprar o preparar una para comérsela.
En este ejemplo hay un patrón sencillo: pensamiento repetitivo 💭 ➡️ deseo ❤️➡️ decisión ✋🏻. Esto nos lleva a considerar cuán importante es cuidar estas tres áreas del alma. La razón, la emoción y la voluntad determinarán si vivimos en pecado 😈 o en obediencia a Dios 🙇🏻♂️.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:12
La poderosa Palabra de Dios tiene la capacidad de dividir el alma ❤️ y el espíritu 😇, es decir, ayudarnos a tener claridad sobre cuáles pensamientos 💭 emociones ❤️ y decisiones ✋🏻 son del alma y cuáles del espíritu.
Considerando la primera de estas, pensemos en la razón 🧠 como una barrera en contra del pecado 🙅🏻♂️😈, y como una plataforma para la santidad ➡️😇. Aprender a diferenciar entre los pensamientos espirituales 😇💭 y los carnales 😈💭 determinará en gran medida nuestra victoria sobre el pecado en nuestro diario vivir 🏆, y ese aprendizaje solo se logra por medio de la Palabra de Dios 📖, ella tiene la capacidad de desnudar nuestros pensamientos y cernirlos, filtrarlos, de forma que veamos con claridad 👀 cuáles agradan a Dios y cuáles no.
¡Qué triste es cuando nuestros pensamientos 💭 son una plataforma para el pecado ➡️😈 y una barrera en contra de la santidad 🙅🏻♂️😇! Hasta el más aparentemente insignificante pensamiento 🤏🏻💭 puede desencadenar un enorme efecto dominó que termine envolviéndonos en el pecado 👿.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Filipenses 4:8
Dios desea que tus pensamientos sean santos.
¿Qué tanto cuidas tus pensamientos?
By: Bryan Salas Alzate